Impactos en el patrimonio cultural


«Efectos directos e indirectos del ganado bovino y equino, e incendios de pastizales» sobre el patrimonio arqueológico; esa fue una de las revelaciones de la famosa Reunión Internacional sobre Lavas y Tobas Volcánicas realizada en Rapa Nui en 1990.


En estas tres décadas, el impacto de los incendios forestales sobre los monumentos de la isla ha aumentado más que nunca.

Pero imposible hacer un control sobre el estado de conservación de los recursos ANTES y DESPUÉS de los incendios.

Tampoco se han realizado en Rapa Nui investigaciones específicas sobre el impacto de los incendios forestales en los recursos arqueológicos.

A pesar de eso, la experiencia mundial muestra que los daños pueden ser significativos.

Daños a los objetos

Moai, pukao, toki, poro

El fuego daña físicamente la piedra y los materiales líticos de los recursos arqueológicos, aunque no siempre los daños son evidentes a simple vista. A menudo se subestima el daño porque los objetos no se destruyen por completo.

Algunos tipos de piedra se fracturan con el fuego o se altera su superficie, se agrietan o fracturan.

Los cambios bruscos de temperatura pueden hacer explotar piedras como los poro.

Cuando se queman los líquenes que están adheridos a los moai, el efecto destructivo sobre la superficie es mucho mayor.

Las osamentas se pueden ver muy estropeadas o hasta destruidas por completo.

Estos daños son acumulativos e irreversibles; además, se suman al deterioro por la acción erosiva de la lluvia, los líquenes, el tránsito de animales y otros factores.

Daños a las estructuras, sitios… y a la información

Centros ceremoniales, canteras, aldeas, sitios de arte rupestre…

El patrimonio no consiste solo en «objetos» aislados sino también en estructuras y sitios insertos en un paisaje determinado, un contexto del cual son inseparables; de hecho, algunos califican a la isla como un sitio arqueológico continuo.

Y uno de los criterios para nombrar al Parque Nacional Rapa Nui Sitio del Patrimonio Mundial fue la integridad que todavía se observaba hace 25 años atrás en el paisaje natural en el cual estaban enclavados los monumentos,

Los incendios forestales dañan los valores estéticos, culturales y simbólicos porque alteran el paisaje cultural masivamente, dejando a la comunidad y visitantes una imagen impactante de descontrol y desprecio por ese patrimonio.

Esto no ocurre solamente con los incendios de gran repercusión mediática, peor aun cada año inician unos 50 a 70 incendios forestales, muchos de los cuales también dañan monumentos y sitios menos conocidos o emblemáticos, pero no menos importantes, de lo cual ni siquiera queda registro.

El paisaje o contexto arqueológico de los sitios se ve dañado en los incendios por la alteración de los sedimentos y su potencial investigativo, ya que se pueden llegar a producir temperaturas de varios cientos de grados. Incluso en incendios de pastizales y matorrales la temperatura puede superar los 500 grados celsius.

El fuego daña la composición y estructura original de los suelos, afectando la realización de análisis científicos para reconstruir el pasado.

Es decir, no solo se dañan sitios y objetos sino también información, ya sea información de importancia arqueológica, paleobotánica, química, etc., lo cual constituye una enorme pérdida para el conocimiento de la isla y de nuestro pasado.

Los sitios, estructuras y objetos arqueológicos arrasados por el fuego quedan ennegrecidos, se produce acumulación de residuos de la combustión en la piedra dejando una mancha que menoscaba su observación e interpretación.

A eso se suman las consecuencias post incendios, que incluyen erosión y propagación de plantas invasoras, que a su vez producen otros daños adicionales a los sitios. Peor aun, se calcula que más de la mitad del territorio no está bien documentado arqueológicamente, por lo cual ni siquiera hay una referencia para estimar las pérdidas que los incendios han generado a lo largo del tiempo.

Un daño inevitable se genera por las faenas necesarias de combate de los incendios, como el tránsito de maquinaria pesada, uso de herramientas agresivas en condiciones extremas y otros factores.

Dañar los monumentos es un delito

El completo territorio de Rapa Nui es Monumento Nacional y la Ley 17.288 de Monumentos Nacionales señala en su artículo 38: «El que causare daño en un monumento nacional, o afectare de cualquier modo su integridad, será sancionado con pena de presidio menor en sus grados medio a máximo y multa de cincuenta a doscientas unidades tributarias mensuales.»

VIDEO: «Los incendios forestales dañan el patrimonio de Rapa Nui»
  • ¿Cómo piensas que influye el que se sepa que los monumentos son dañados periódicamente por los incendios premeditados en las posibilidades de conseguir apoyo para cuidarlos y restaurarlos?
  • ¿Cómo ves tú el impacto que producen los incendios forestales en sitios o monumentos que tú conoces?

El único camino…

es declarar a Rapa Nui una isla libre de incendios, erradicarlos por completo.

Scroll al inicio